En Reconocimiento: Stanley K. Plotnick
Receptor del Premio Yakir Keren Hayesod 2012
Después de haberse desempeñado durante casi diez años como miembro del Ejecutivo de Keren Hayesod, Stanley Plotnick, galardonado con el Premio Yakir KH 2010, se ha retirado de este prestigioso organismo. Durante su reciente visita a Tel Aviv compartió con nosotros algunas de sus ideas en relación a KH, así como su pensamiento en lo que atañe a su comunidad local.
“Ha sido un privilegio para mí haber participado del Ejecutivo de KH, junto a algunas de las personas más maravillosas que he conocido”, dijo Stanley. “Conocí a gente extraordinaria – no sólo en términos de su compromiso a la causa, sino también en relación al éxito que tienen en casi todo lo que hacen. Mira a Yohanna Arbib-Perugia (quien culminó recientemente su cargo de Presidenta del Consejo Mundial de Fideicomisarios de KH), ¡qué entusiasta que ella es, y el alto cargo que ocupó a una edad tan joven! Mira a Julia Koschitzky, Mark Leibler, Jack Smorgon, Menno Paktor – todos ellos lograron un éxito profesional excepcional, y podrían haber disfrutado de sus vidas sin demasiadas molestias. Pero, de hecho, dedicaron y dedican la mayor parte de sus vidas a las necesidades de su pueblo. Siento mucho orgullo de haber formado parte de este grupo, que encarna el sentimiento único de unidad que caracteriza a KH”.
Stanley es un frecuente viajero a Israel, desde hace más de 30 años. Se identifica totalmente con el país y su gente: “Mi apoyo a Israel no parte de la sensación que Israel me necesita, sino que se arraiga en un deseo mucho más profundo de ser parte de Israel y que Israel sea parte de mí. Ya sea en Jerusalén o en Montreal, somos un solo pueblo. De modo que lo que hago para Israel, lo hago más para mí que para Israel. Fortalece mi identidad judía, mi orgullo de ser parte de este pueblo. Israel es una extensión de mí mismo; es por ello que, cuando estoy aquí, me siento realmente en casa. Israel es mi corazón y mi alma, y creo que las personas que no lo sienten de esa manera, pierden mucho del sentido de sus vidas”.
“Mi deseo de ayudar a Israel se manifestó con muchos bríos hace unos 20 años atrás”, recuerda Stanley. “Todavía poseo esa voluntad, por supuesto, pero Israel tiene mucho por hacer a favor de la Diáspora actualmente. Debe ser un ejemplo de las normas morales que rigen en el Pueblo Judío y hacer que nos sintamos orgullosos de lo que somos. Debe ayudarnos a comprender mejor nuestra historia y a transmitirla y compartirla con la próxima generación”.
“Esta es la razón por la cual decidí retirarme del Ejecutivo de KH”, explica. “Tenemos que dejar más espacio a la nueva generación de líderes. Traté de cambiar ciertas reglas a fin de establecer un límite para los mandatos y, de ese modo, permitir el recambio, permitiendo la inserción de otras personas y de nuevos líderes. Al mismo tiempo, se podría pensar en la creación de un Consejo de Asesores, con dirigentes que ya no ejercen funciones de liderazgo, que se reunirían una vez al año y compartirían su experiencia acumulada. Al retirarme del Ejecutivo de KH, quiero que mi actitud se interprete como un gesto simbólico. Me siento feliz por el hecho de que otro joven líder, David Koschitzky, sucede a Yohanna Arbib-Perugia como Presidente de nuestro Consejo Mundial de Fideicomisarios. Que continúen uno o dos “veteranos”, y dejar que la nueva generación lidere. Yo continúo estando por aquí, naturalmente, para todo lo que pueda ser útil, pero deben haber nuevos enfoques conducidos por líderes jóvenes, que viven vidas diferentes y tienen percepciones diferentes de las nuestras”.
“En realidad, renuncié a todos mis cargos”, enfatiza Stanley. “Por ejemplo, yo quería elegir a mi sucesor al frente del Centro para Asuntos de Israel y el Pueblo Judío (CIJA, su acrónimo en inglés). Entonces, David Cabo me reemplazó como Vicepresidente, y ahora él preside el Centro. Esto es fundamental para mí. Todo ha cambiado – la vida, los negocios, la familia. Por supuesto, la experiencia es de un gran valor, pero aun cuando entendemos los cambios que se producen a nuestro alrededor, no podemos tener y no tenemos la misma experiencia de vida que poseen los que están ahora en sus 30´ y 40´años. Yo tenía siete años de edad cuando se creó el Estado de Israel, y recuerdo que mis padres reían y lloraban al mismo tiempo. Para mis nietos, Israel es un hecho consumado”.
Stanley habla con admiración de Kesher, un proyecto dirigido al liderazgo joven, apoyado por Julia Koschitzky: “Ella hizo un gran trabajo al respecto, es una verdadera visionaria”. De igual modo se refiere a la iniciativa de la creación de Fórum.
El involucramiento de Stanley con Israel comenzó con proyectos realizados en la ciudad de Yerujam, en el Néguev Oriental, durante los años 90´. Pero su nombre está vinculado sobre todo con la ciudad de Beer Sheva en particular y la región de Bnei Shimón en general. “Creo plenamente en la necesidad de promover la Galilea y el Néguev y, por supuesto, también Jerusalén. Esto tendrá un impacto también en lo que se refiere a la convivencia entre árabes y judíos. En cuanto al Néguev, ¡no podemos tener la mitad del país casi vacío!”
Cuando Stanley habla de Beer Sheva, su admiración y su amor por sus asociados israelíes es notoriamente visible. “Todo comenzó un poco por casualidad y después se consolidó una estrecha amistad con el entonces alcalde Yaakov Turner y posteriormente con su sucesor, Ruvik Danilovich. Ellos realmente encontraron el camino a nuestros corazones. Es una maravillosa asociación entre individuos que comparten valores e ideales (Stanley contribuyó con un hermoso parque en la ciudad – Y. A.). En Beer Sheva puedes ver y sentir de qué modo has hecho realmente la diferencia. Cuando viajo por las calles de Beer Sheva, me siento como en mi propia casa”.
Stanley es un importante líder de la comunidad judía de Montreal. “En Montreal existe una comunidad judía relativamente antigua de unas 90.000 personas”, comenta. “Pero ella se enfrenta a serios desafíos. 20% de los judíos de Montreal viven bajo la línea de pobreza y desde hace algunos años un significativo número de jóvenes estaban abandonando la ciudad. Felizmente, se ha producido un cambio en esta tendencia. No sólo que los jóvenes deciden permanecer en la ciudad, sino que también comenzaron a ocupar cargos de liderato en la comunidad. Con su liderazgo y sus recursos económicos personales, han puesto en marcha una iniciativa increíble, ´Gen J´, con el propósito de asegurar que las futuras generaciones desarrollen fuertes lazos tanto con relación a su identidad judía como con Israel. Me siento profundamente orgulloso de ellos”.
Stanley ha renunciado a su cargo en el Ejecutivo de KH, pero de ningún modo tiene la intención de poner un punto final a su participación en todo lo que refiera a asuntos judíos y sionistas. “No me preocupa el mañana”, dice sonriendo. “Tendré el placer de hacer todo lo que David Koschitzky y el liderazgo de KH me pidan hacer de manera personal y voluntaria. La diferencia reside en que ya no será una actividad 24/7. Pero mi pasión y amor por Israel se mantendrán incólume. Seré feliz y tendré mucho orgullo de contribuir con todo lo que esté a mi alcance”.
La familia mundial de Keren Hayesod desea agradecerle a Stanley por décadas de generosidad, visión y dedicación. ¡Que disfrute de muchos años gozando de buena salud y con felicidad con Barbi y todos sus seres queridos, además de que pueda continuar su labor en pro de Keren Hayesod, Israel y el Pueblo Judío!
Stanley Plotnick se dirige a la audiencia.
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