En Reconocimiento: Saúl Same AM, z”l

Keren Hayesod lamenta la pérdida de Saúl Same AM, de Melbourne, Australia.

Nació en Beer Tuvia, Eretz Israel, como Avshalom Shmulewitz. En 1918, al final de la Primera Guerra Mundial la familia se mudó a Perth, Australia cuando él era aún un niño. Saúl, un exitoso hombre de negocios y asesor cercano de los principales líderes laboristas australianos, era miembro de la Orden de Australia. Acompañó al ex Primer Ministro australiano Bob Hawke en sus varias visitas a Israel, contribuyendo en gran medida a las relaciones bilaterales entre ambos países.

Saúl, una de las figuras más destacadas de la familia mundial de Keren Hayesod, solventó una diversidad de proyectos sociales y educativos en Israel. En 1992 recibió el Premio Israel Goldstein de Keren Hayesod por su excepcional liderazgo, la más alta distinción que otorga nuestra organización.

El entonces Presidente de Israel, Shimón Peres, z”l, saluda a Saúl Same AM, z”l, en presencia del nieto de Saúl, Joshua, durante una velada de la entrega del Premio Yakir Keren Hayesod.

La familia mundial de Keren Hayesod y especialmente la comunidad de Australia, extrañaremos mucho su liderazgo, su infinita generosidad y su inquebrantable compromiso con el Estado de Israel y con el Pueblo Judío.

Bendita Sea Su Memoria.

Durante la Conferencia Mundial de KH en Jerusalén, en junio de 2012, Saúl Same AM, z”l, junto a a Irit Barash, Directora del Departamento de Países de habla inglesa y su nieto Joshua.

En homenaje a su memoria, transcribimos a continuación una entrevista que concedió a nuestro sitio web en 2012, durante su estadía en Jerusalén para participar de la Conferencia Mundial Anual de Keren Hayesod.

“Cada judío es familia para mí”.

Nos reunimos con Saúl en el Hotel David Citadel en Jerusalén, donde se aloja con su nieto Joshua. Acaba de regresar de la ceremonia de entrega del Premio Yakir Keren Hayesod, que se realizó en el marco de la Conferencia Mundial Anual de KH. Su apretón de manos te recuerda que en su juventud fue un gran deportista, remero durante 9 años en la Australia Occidental.

“Estoy gratamente sorprendido por el Israel de hoy”, dice. “Si tú hubieras visto la vida aquí, antes, en los primeros años…”. Saúl nació en Beer Tuvia en 1918 como Avshalom Shmulewitz, al final de la Primera Guerra Mundial (de ahí proviene su nombre Avshalom, que significa Padre de la Paz). Cuando tenía cinco años, la familia emigró a Perth, Australia, donde compraron una granja de 3.500 acres que siguió creciendo hasta tener 130.000 acres. Saúl conserva buenos recuerdos de la granja: “Me gustaba estar en la granja. Teníamos una gran cantidad de caballos. Era realmente enorme. Para ir a la escuela debíamos caminar todos los días 8 kms. en cada sentido y 6 de esos kilómetros eran de nuestra propiedad”. La granja continúa activa, bajo la dirección de su sobrino.

El Sr. Same se convirtió en un exitoso hombre de negocios, así como en un asesor cercano a los principales líderes laboristas australianos. Es bien conocida su íntima relación con el ex Primer Ministro Bob Hawke (ejerció el cargo de 1983 a 1991). Lo acompañó durante las varias visitas que el PM realizó a Israel, contribuyendo en gran medida a las relaciones bilaterales de ambos países. “Estuve una vez en los EE.UU.”, recuerda, “cuando Bob Hawke me llamó. Me dijo que estaba por viajar a Israel y me preguntó si me gustaría acompañarlo. Al principio le dije que no podía, pero él era una persona que no estaba dispuesta a recibir un ´no´ como respuesta. Yo no me obstiné en mi negativa, así que viajamos juntos. Todavía recuerdo cómo celebramos el Día de Australia en el Hotel King David”. En otra ocasión, nueve personas llegaron a la residencia de Bob Hawke para escribir un mensaje de felicitación por motivo del cumpleaños del Rabino de Lubavitch. El Sr. Hawke quería solo cinco personas en la sala e insistió que Saúl sea uno de ellas.

Ambos continuaron en contacto, y cuando el Sr. Hawke escribió sus memorias, le envió a Saúl un ejemplar del libro con la siguiente dedicatoria: “A la persona más agradable de Australia”. Cuando la Reina Isabel II visitó Australia en 1988, con motivo de la inauguración de la nueva sede del Parlamento en Canberra, el Sr. Hawke lo presentó a Saúl ante la reina como “el hombre más honorable de Australia”.

Como líder y gran contribuyente de Keren Hayesod, Saúl fue honrado en 1992 con el Premio Israel Goldstein por su liderazgo distinguido, la más alta distinción que otorga nuestra organización. “Yo admiraba a Israel Goldstein”, recuerda. “Era un hombre maravilloso, muy abierto. Cuando recibí el premio, su viuda estaba presente. Recuerdo que mi nieta, vestida muy elegantemente, le ofreció un gran ramo de flores”.

Saúl Same contribuyó a la creación de una gran variedad de proyectos sociales y educativos en Israel, siendo que algunos de ellos lo hizo conjuntamente con Isador Magid, z”l, otro líder galardonado con el Premio Israel Goldstein, en 1982. Saúl ha visitado Israel en numerosas oportunidades. Se nota la profunda emoción que lo embarga, más de veinte años después, cuando recuerda su visita en 1991, durante la Primera Guerra del Golfo, y visitó los lugares donde cayeron los misiles Scud lanzados por Saddam Hussein. “Un espectáculo terrible”, dice.

Cuándo le preguntamos su opinión en relación a la joven generación de judíos, Saúl expresa tanto preocupación como confianza: “Están haciendo un trabajo magnífico”, dice y agrega: “Mucho mejor que nosotros, porque lo han mecanizado todo, por lo que es mucho más eficiente. Aun así, creo que el aspecto del encuentro personal con el contribuyente se ha erosionado un poco. La conclusión a la que llego después de tantos años de actividad, es que el encuentro personal me ha ayudado a establecer una mejor relación con la gente”.

En un caso, recuerdo que dejé de ver a un donante importante que se había enfermado y ya no podía recibirme. Su hija me dijo que debido a mi estrecha relación con su padre, ella seguiría contribuyendo. En otro caso, al entrevistarme con un hombre de negocios judío que no estaba muy involucrado en los asuntos judíos e israelíes, conseguí convencerlo que comenzara a contribuir. Además, algunos de sus socios no judíos en su empresa también contribuyeron. Esta es, sin duda, la mejor manera de tratar con las personas y conmover su corazón”.

El tiempo ha volado y tenemos que liberar a Saúl para otras citas. “Tengo mucha familia en Israel”, dice mientras se aleja, “pero en verdad, cada judío es familia para mí”.

Tuvimos el privilegio de pasar una hora fascinante con una de las figuras más extraordinarias de la familia mundial de Keren Hayesod y del mundo judío en general.