A lo largo de su historia, Keren Hayesod ha producido cientos de maravillosos posters, carteles, pancartas y postales, que se distribuyeron en todos las comunidades de la Diáspora y que con el tiempo se han convertido en uno de los sellos distintivos de la institución. Estos posters tenían la particularidad de reflejar en forma gráfica las necesidades del momento, mostrando la agenda del mundo judío, del movimiento sionista y del Yishuv en Eretz Israel, además de hacer un llamado a la acción. A través de estos posters cuidadosamente diseñados, Keren Hayesod presentaba a los judíos de la Diáspora una especie de informe de los logros y desafíos del “Estado en marcha”. En estos posters se pueden apreciar todos los valores de Keren Hayesod y el Movimiento Sionista: la construcción del país, la reunificación de judíos de la Diáspora, la absorción de inmigrantes, el cuidado de los débiles y el anhelo de paz y unidad.
En 2010, el Aeropuerto Ben Gurion organizó una espectacular exposición de estas inspiradoras obras artísticas, que cuentan la increíble historia de cómo se construyó el país. Ese mismo año, se publicó un álbum que reunía a todos los posters diseñados hasta ese momento: «Posters de Keren Hayesod 1920 – 2010», editado por el prestigioso artista gráfico David Tartakover. Para conmemorar el Centenario de la institución, Keren Hayesod lanzó un concurso de posters destinado a los estudiantes de diseño gráfico, solicitando su participación en un concurso especialmente destinado a renovar su larga tradición de comunicación visual. La gran ganadora de la competencia fue Sharon Steinberg, una nueva inmigrante de México, que hizo aliá en 2017. Sharon dice que está familiarizada con Keren Hayesod desde su casa, y su conexión con la organización tiene profundas raíces. Cuando era niña en México, aprendió mucho sobre la contribución de Keren Hayesod a Israel, por lo que cuando se enteró de la competencia supo exactamente qué iba a diseñar. El póster de Sharon muestra dos manos que cuidadosamente sostienen el mapa de Israel. Esas dos manos simbolizan a los ciudadanos de Israel y a los judíos de la Diáspora, y entre ambas hay una asociación eterna y una responsabilidad conjunta por el futuro del Estado de Israel.