En marzo de 1948 Jerusalem está en plena crisis. Los ataques armados y el derramamiento de sangre parecen interminables. El país está alborotado y preocupado. Anton Daoud llega a la entrada del patio de las Instituciones Nacionales, como solía hacerlo regularmente en el marco de su trabajo para el cercano Consulado Estadounidense. La puerta del edificio está cerrada por miedo a eventuales ataques y el guardia se niega a dejarlo entrar. Daoud va a una estación de taxis cercana trayendo con él a un conocido que lo identifica. Daoud le dice al guardia que necesita entrar para traer unos documentos a la Agencia Judía, lo que termina convenciendo al guardia, que finalmente lo deja entrar. Como el auto de Daoud bloquea el camino de entrada, uno de los oficiales de seguridad de la Agencia Judía decide moverlo desde el frente del edificio hacia el ala de las oficinas de Keren Hayesod, para despejar el camino. En ese momento el coche-bomba explota con un estallido ensordecedor, derribando parte del ala ocupada por Keren Hayesod.
Como resultado directo del atentado terrorista 12 personas perdieron sus vidas en forma inmediata. Tres de ellos, incluido el director, Aryeh Leib Yaffe, eran empleados de Keren Hayesod. Decenas de heridos fueron evacuados del lugar. Dos meses más tarde, el 14 de mayo de 1948, desde uno de los balcones del Edificio de las Instituciones Nacionales, el Concejo Popular (Minhelet Haam) anuncia la Independencia del Estado de Israel a los emocionados habitantes de Jerusalem.