Si hay algo que el Pueblo Judío hace constante y apasionadamente es mantener la tradición, especialmente si la misma tiene, por lo menos, cien años. Keren Hayesod también tiene una tradición que ha mantenido religiosamente durante años: produce hermosos calendarios, que se han convertido en una especie de objeto icónico. Éstos se exhiben en oficinas, entidades sionistas, hogares, fábricas y edificios, tanto en Israel como en las comunidades judías de la diápora. La principal particularidad de los calendarios de Keren Hayesod – además de marcar la cambiante correspondencia entre el almanaque hebreo y el gregoriano- es que reflejan visualmente, desde distintos ángulos, la historia y el desarrollo de Israel. Cada año, el Keren Hayesod presenta un nuevo y sorprendente calendario, que a veces incluye trabajos de artistas prominentes, revela nuevos planes de la institución o reseña algunos de sus logros más relevantes. Los calendarios también servían como un eficaz medio de comunicación con los judíos de la diáspora y los contribuyente de KH, con el objetivo de compartir con ellos lo que estaba sucediendo en Israel y testimoniar en que medida sus contribuciones estaban dando frutos, concretos y positivos.
Con el tiempo, los calendarios se convirtieron en una marca de identificación de Keren Hayesod y en un producto esperado en todos los hogares e instituiones judías, año tras año. Hasta el día de hoy, los calendarios se imprimen en seis idiomas y en decenas de miles de ejemplares que son distribuidos a través de las representaciones de Keren Hayesod en más de 35 países.