"To embody the vision of Keren Hayesod is a privilege” – Elie Wiesel - 100 Heartbeats - Keren Hayesod

El Keren Hayesod financia la construcción de edificios, cambiando la faz del país

Al caminar por las calles de Israel, tenga en cuenta que en cada ciudad y en cualquier poblado, a su izquierda y a su derecha, seguramente hay edificios cuya construcción fue financiada por Keren Hayesod. Esto comenzó en los primeros días de actividades de Keren Hayesod, cuando la institución se dedicaba principalmente a otorgar préstamos para la construcción de vecindarios y la pavimentación de caminos.

Por ejemplo, a mediados de la década de 1920, Keren Hayesod prestó 3,730 libras esterlinas al Comité Vecinal de Beit Hakerem, que fueron utilizadas para planificar el vecindario y pavimentar sus calles y carreteras de acceso. Préstamos adicionales fueron posteriormente adjudicados al barrio de Kiryat Moshé, conocido en ese momento como Montefiore, y al barrio de Rehavia en Jerusalem. En Tel Aviv, por ejemplo, se invirtieron, entre 1924 y 1926, 1,500 libras esterlinas en el nuevo vecindario de Tel Nordau, y fondos adicionales fueron otorgados a varios vecindarios en Ramat Gan, Givatayim, Haifa y otras ciudades.

Desde la década de 1920, y hasta la actualidad, se han inaugurado cada año miles de proyectos apoyados por Keren Hayesod. Con los años, lo que comenzó como la construcción de barrios se convirtió en la construcción de edificios, haciendo una gran contribución a la comunidad. En los últimos 50 años, el Keren Hayesod ha construido miles de edificios, donde podemos encontrar jardines de infantes, instituciones y aulas educativas, centros de absorción, hospitales, clínicas, aldeas juveniles, viviendas protegidas para ancianos, refugios antibombas, hogares y centros comunitarios, proyectos de renovación en barrios desfavorecidos y más.

Detrás de cada edificio se encuentra una historia y personas con visión, que desean continuar construyendo este maravilloso país. Y el trabajo continúa.

Foto: Cartel de Keren Hayesod: «Y, sin embargo, los chicos construyen»