El Sur estaba pasando por tiempos difíciles. En el apogeo de la Operación Plomo Fundido en 2008, el Hospital Barzilai en Ashkelon, a 11 km de la frontera, tenia que ser evacuado en una situación de emergencia. Estaba dentro del alcance de los cohetes y carecía de protección y, por lo tanto, se declaró que corría un riesgo especial. Los departamentos fueron trasladados a sótanos y refugios, y aproximadamente la mitad de los pacientes fueron enviados a casa. Las incubadoras de la UCIN (Unidad de Cuidao Intensivo Neonatal) y los bebés prematuros delicados fueron transferidos, en cuestión de minutos, en condiciones muy difíciles, al refugio.
Pero no fue solo entonces que las evacuaciones de emergencia tuvieron que llevarse a cabo. También en los años siguientes, la evacuación se convirtió en una rutina dolorosa cada vez que la situación en el Sur se calentaba. La administración del hospital había intentado durante años recaudar dinero para construir estructuras seguras y protegidas, incluida una UCIN en la que se podía proporcionar un tratamiento eficiente sin sacar a los bebés prematuros de un entorno seguro. En los últimos años, gracias a las contribuciones recaudadas con la ayuda del Keren Hayesod, se han construido nuevas, modernas y seguras instalaciones.
Desde la fundación del Estado de Israel hasta el presente día de hoy, el Keren Hayesod ha apoyado el establecimiento y la renovación de muchos hospitales en todo Israel: Centro médico Nahariya, Poriya, Rambam, Bnei Zion, Ziv, Hillel Yaffe, Assaf Harofeh, Ichilov, Sheba, HaEmek, Assuta Ashdod, Hadassah Mt. Scopus, Hadassah Ein Kerem, Barzilai, Soroka, Wolfson y Schneider. Gracias al Keren Hayesod, todos los ciudadanos de Israel disfrutan de un mejor tratamiento médico.