Al amanecer de una fría mañana de diciembre de 1936, en el apogeo de la gran revuelta árabe, un pequeño convoy de camiones, acompañado por guardias y grupos de colonos, se dirigió al valle de Beit Shean. El objetivo era claro y requería de coraje, esfuerzo y determinación: establecer un asentamiento fortificado en el corazón de un área hostil, en el transcurso de un solo día, antes del anochecer. La osada iniciativa tuvo éxito. Hacia la noche, Tel Amal (hoy Nir David) estaba ya en pie, convirtiéndose en el primer asentamiento de la “Operación Torre y Empalizada” (Jomá U’Migdal), que marcó un positivo viraje en la política de asentamientos y determinó las fronteras del país.
La “Operación Torre y Empalizada” fue un método innovador para establecer nuevos asentamientos, fortificados por un muro y una torre de vigilancia, en un solo día. La idea era construir todo lo esencial de antemano, para permitir un rápido montaje del asentamiento, de modo que los habitantes pudieran defenderse mientras completaban su construcción.
Gracias a la velocidad y al elemento sorpresa, el nuevo asentamiento fue construido en un solo día. Siguiendo esta original metodología se construyeron 56 asentamientos, algunos de ellos en peligrosas zonas fronterizas, durante un período de tres años, como parte de esta operación que contó con el apoyo de Keren Hayesod. Las autoridades británicas quedaron fuertemente impresionadas al constatar cómo el Yishuv Judío y sus pioneros lograron superar todos los obstáculos que se interponían en su camino.