Esther Tafara, técnico en jefe de la nueva Sala de Cateterismo Cardíaco del Hospital Hadassa del Monte Scopus, es una de los miles de olim etíopes que llegaron a Israel con el apoyo de Keren Hayesod. Su viaje a Israel es casi increíble. A los seis años, se mudó con su familia de la aldea en la que creció a la ciudad de Addis Ababa, donde esperaron el momento adecuado para ser trasladados a Israel. Ese momento llegó tres años después, cuando Esther ya tenía nueve años. En el marco de un operativo del Mossad la llevaron en avión a Israel, junto con una familia que no conocía. Ella recuerda que tenía miedo de cerrar los ojos durante el vuelo, por miedo a volver a quedarse atrás. Cuando aterrizó en Israel, fue recibida por familiares que habían atravesado Sudán en la “Operación Moisés”. Terminó la escuela primaria, secundaria y una licenciatura, y trabajó en Hadassah Ein Kerem durante 14 años antes de que le ofrecieran el nuevo puesto de prestigio. Esther es solo una de las decenas de miles de inmigrantes de Etiopía que llegaron a Israel con la ayuda del Keren Hayesod y que continúa ayudando a traer a Israel a los judíos que aún permanecen en Etiopía.