A finales de la década de 1990, Jean Lavie hizo aliá desde Francia y, como muchos otros inmigrantes, sufrió un dificultoso período de absorción. «Traté de ver mi futuro, dónde podría estar dentro de 10 años, y no vi nada bueno, sino mucha incertidumbre», recuerda.
En 2007, Jean llegó a la Aldea Juvenil Ramat Hadassah, donde se sintió seguro por primera vez. “Ése fue mi hogar y estoy feliz de haber llegado a él. Las herramientas que aqui me dieron pueden parecer triviales para la gente común, como una cama, cuatro paredes y un techo, comida y la posibilidad de estudiar. Pero éstas eran cosas que yo no tenía. Comprendí que el lugar me daba todo lo que necesitaba para tener éxito; de ahí en adelante, todo dependía de mí”. Y, de hecho, Jean estudió ingeniería mecánica, se enroló en el ejército y luego comenzó a trabajar en una empresa de alta tecnología. Hoy tiene como objetivo completar su doctorado.
Ramat Hadassah es, junto con Ben Yakir, Hadassah Neurim y Kiryat Yearim una de las 4 aldeas juveniles apoyadas por el Keren Hayesod, tradición que comenzó en los días de Aliyat Hanoar, se fortaleció en la década de 1950 y continúa hasta hoy en día.
Con el correr de los años, más de 300,000 graduados han completado sus estudios en las aldeas juveniles, entre ellos figuras conocidas como el mayor general (ret.) Aharon Zeevi Farkash, quien estudió en Ben Yakir y fue, entre otras cosas, comandante de la prestigiosa unidad de inteligencia elite 8200 y comandante del Cuerpo de Inteligencia de las FDI. Cada año, unos 800 jóvenes estudian en las cuatro aldeas juveniles. La mayoría de ellos terminan con un certificado de matriculación, y el 95% de ellos se alistan en las FDI.